Militares del Ejército se oponen el entrenamiento oficial y deciden curtirse por su cuenta

Ansiedad por el cambio en la formación del ejército español

El sistema actual de adiestramiento y formación no cumple con las expectativas de los cuadros de mando

Un estudio reciente realizado entre 251 oficiales y suboficiales del Ejército de Tierra español ha revelado una percepción generalizada de que el sistema actual de adiestramiento y formación podría mejorarse. El trabajo, cuyo autor es el capitán Arturo Acero Espina, parte de un ejercicio práctico en el que se simulaba un asalto a un edificio para eliminar al enemigo.

El capitán Acero observó que los militares que ejercían el rol de “enemigo” eran pasivos y no mostraban los rasgos de acometividad, agresividad e iniciativa necesarios para mantener la iniciativa en el combate. Ante esta situación, decidió cambiar radicalmente la dinámica del ejercicio, haciendo que todos los participantes fueran enemigos y dejando que ganara el mejor.

Este cambio dio lugar a una transformación notable en el comportamiento de los militares. De repente, querían ganar, se agudizó su ingenio y se esforzaron por desarrollar todo tipo de artimañas para superar al adversario. “Dejaron de lado la instrucción individual para centrarse en la situación”, explica el capitán Acero.

Esta experiencia le hizo reflexionar sobre el plan de adiestramiento en el contexto de la llamada “guerra de cuarta generación”, que se caracteriza por habilidades básicas como la toma de decisiones y la guerra de maniobras. El capitán Acero considera que el Ejército español está enseñando a sus unidades a realizar cometidos necesarios para el combate, pero que hace falta algo más que técnicas. “Hay que educar las mentes de los oficiales y suboficiales en la toma de decisiones y en la guerra de maniobras”, afirma.

Para profundizar en esta cuestión, el capitán Acero llevó a cabo un estudio entre cuadros de mando del Ejército de Tierra. Los resultados fueron contundentes: sólo un 2% de los encuestados considera adecuado el adiestramiento actual, mientras que un 27% opina que no lo es y el resto cree que son necesarios cambios en mayor o menor medida.

El estudio concluye que existe una clara ansiedad por el cambio en la formación del Ejército español. Los cuadros de mando reconocen que el sistema actual no cumple con sus expectativas y demandan un enfoque más práctico y orientado a la guerra de cuarta generación. Este cambio es esencial para preparar al Ejército español para los retos y amenazas del siglo XXI.

Además de las conclusiones del estudio, es importante destacar que a lo largo de 2023 se han celebrado varios cursos fuera del programa oficial del Ministerio de Defensa. Estos cursos, considerados como “formación externa”, tienen como objetivo “tapar los agujeros y carencias” del departamento de formación oficial.

Esta situación pone de manifiesto la necesidad de una revisión profunda del sistema de adiestramiento y formación del Ejército español. Es necesario implementar cambios que permitan a los militares desarrollar las habilidades y competencias necesarias para hacer frente a los retos y amenazas actuales y futuros.